miércoles, 30 de enero de 2008

CRONICAS PLANET@RIAS.JORNADA 21.RAYO 4– S.S. REYES 0

UNA PARTE PARA SUFRIR Y OTRA PARA DIVERTIR


Hoy día 20 de enero se celebra la festividad de San Sebastián Mártir, que fue un soldado romano que vio la muerte y fue martirizado por su fe y obediencia a Jesucristo; además de ser el patrón del municipio del Norte de la capital también lo es de ballesteros y arqueros.
Esta tarde ni los ballesteros-delanteros sanseros han hecho diana en la portería defendida por Rubén Falcón, ni el arquero-portero ha impedido que los disparos de las flechas de los soldados rayistas hicieran blanco en su trinchera.

Y retomando el tema de la fe, en la jornada 17 Alberto Ferri aceptó el reto de entrenar al Sanse, el último equipo profesional en conseguir una victoria (llegó una jornada antes de su llegada) que en aquel momento tenía sólo 9 puntos y cerraba la clasificación.
El entrenador catalán prefirió abandonar el Elche C.F. donde ejercía un cómodo puesto como segundo entrenador del gaditano David Vidal, para embarcarse en la difícil misión de lograr que el equipo de San Sebastián de los Reyes continúe un año más en 2ªB, algo de lo que él no duda ni un momento.

Alberto Ferri es de la misma escuela que Juanma Lillo o Benito Floro, pertenece a esa bohemia estirpe de entrenadores que cuando hablan de fútbol se convierten en rapsodas, capaces de afirmar como hizo Lillo que “jugar en zona es como vivir en zona” o de dar una conferencia sobre “la importancia del saque de banda en el fútbol ofensivo” como expuso Floro. Y aunque algunos les tachan de locos, otros se enamoran de sus palabras.

Una cosa está clara, los resultados le acompañan ya que cinco jornadas después de su llegada, el Sanse suma 16 puntos y ha abandonado el farolillo rojo, a pesar de la derrota de hoy.

CAMBIOS

El partido comenzó con novedades: Rubén Falcón volvió a la titularidad después de 12 partidos en los que Tete defendió la meta rayista, el pacense ha sido uno de los damnificados de la inmerecida derrota de Majadahonda; otro cambio fue el de Alba por Baquero, que arrastraba unas molestias, el próximo encuentro se comprobará si Mel sigue confiando en él o apuesta por el canterano; Cubillo sustituyó a un Enguix que disputó los últimos veinte minutos.


Falcon y su nueva indumentaria, el goleador Amaya y la camara de TeleMadrid al fondo, momentos antes del inicio del choque.



El Sanse apostó desde el principio por ceder el balón al Rayo, que durante el primer tiempo nunca pudo con el entramado defensivo diseñado por Ferri, compuesto por cuatro defensas, cinco centrocampistas y un solo delantero que se preocupaba más de defender que de atacar.
Rubén Reyes, otra vez el mejor, centraba a espacios que ni Collantes ni Pachón veían a tiempo y por eso no llegaban. La cabeza del asturiano piensa más rápido, le sobra calidad, durante el primer tiempo fue el único que intentó jugadas diferentes, porque el resto de jugadas, las previsibles, las que consisten en centrar desde las bandas o en aprovecharse de la velocidad de los extremos, hoy no funcionaban. Y eso ocurría porque el equipo sansero no dejaba espacios, cada jugador estaba en su sitio y el gol no llegaba, ni siquiera las oportunidades.


Pachon, casi inedito en la primera parte, tendria mucho mas protagonismo en la segunda.


El Rayo seguía con su monólogo estéril de ocasiones. Mucha posesión sin profundidad. Ni siquiera intentaron disparos desde fuera del área. El Sanse tampoco inquietaba la meta de Falcón, que hoy lució la camiseta roja de la segunda equipación del Rayo. El primer remate de los de Pepe Mel entre los tres palos se produjo en el minuto 44, después de que Rubén Reyes lanzara una falta que despejó a córner el guardameta Gonzalo. El gol sólo podía llegar a balón parado y así fue: Albiol botó un córner que despejaron los azulones, el balón quedó muerto en el área pequeña, Reyes intentó una chilena, y Amaya se aprovechó del embrollo en el que estaban inmersos una maraña de jugadores para hacer justicia en el marcador.

Y SE ABRIO LA LATA

El gol llegó en un minuto psicológico, justo antes de irse al descanso. Los unos se marchaban tranquilos después de 45 minutos de sufrimiento, y los otros con la obligación de hacer lo que no habían hecho hasta el momento, que no era otra cosa que atacar.

Desde el primer momento el Rayo encontró los huecos que no había visto durante el primer acto. Sólo transcurrieron tres minutos cuando Michel sacó su mágica pierna izquierda para batir al portero sansero de una magnífica vaselina. Con este tanto Michel se colocaba como máximo goleador con siete dianas.

Huelga destacar las virtudes de Rubén Reyes, muy activo durante los 90 minutos, esta vez Mel no le sustituyó y en la recta final del encuentro el asturiano acusó el cansancio. El que sí fue sustituido fue Michel (Madrid, 32 años) ovacionado notablemente por su afición, aquella que le vio debutar en vallecas un 28 de noviembre de 1993 con el F.C.Barcelona como rival, el partido concluyó con el resultado de dos a cuatro para los azulgranas; esa misma temporada David Vidal le daría unos minutos en el partido de ida de la triste promoción de permanencia ante el Compostela. Lo ha vivido todo en el Rayo, desde la UEFA hasta el descenso a 2ªB -aunque él no estuvo aquella lamentable temporada-. Michel está en su casa y aquí es feliz.

Transcurrido cuarto de hora Collantes penetró por su banda izquierda, llegó a la línea de cal y centró raso para que Pachón, después de acomodarse el esférico consiguiera poner el tres en el electrónico.
El San Sebastián de los Reyes se estiró, quizá más por el conformismo de un Rayo que ya tenía el trabajo hecho que por ambición. Hoy han estado romos en ataque, pero su seria primera parte impide catalogarles como equipo de 3ª División, aunque son un serio candidato al descenso.


Nuestro "ex-Chupe" volvio a disfrutar de minutos en Vallecas, sustituyendo en la tarde de hoy a Michel


El partido agonizaba. Jonathan Álvarez era cosido a faltas. Enguix ayudaba a Cubillo a controlar el cuero. Carlos ya no subía como lo hacía en la primera mitad, donde pisó muchísimo el terreno rival a pesar de ser lateral. Y entonces Albiol lo intentó desde 30 metros, lanzó un disparo a la escuadra izquierda del portero rival que quizá pudo hacer más, pero que no pudo atajar y se convirtió en el cuarto de la tarde. Fue un colofón perfecto, para una no menos perfecta segunda mitad.


La imagen es de mala calidad, pero refleja el momento exacto en el que el zapatazo de Albiol entra de manera
espectacular por la mismisima escuadra de la porteria defendida por el cancerbero del Sanse, Gonzalo.


Después de un mes sin ver fútbol en el Teresa Rivero la afición se fue contenta. El equipo suma 34 puntos, a dos del cuarto clasificado. El próximo envite es contra el Celta B, bastante más entonado que en el partido de ida, donde el Rayo venció con comodidad por tres tantos a uno.

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