Importante victoria conseguida ante un rival directo como es el Pontevedra, que llevaba doce jornadas sin perder. El equipo, por fin, se coloca entre los cuatro primeros.
COINCIDENCIAS
Pontevedra y Rayo tienen varias circunstancias en común: son los dos equipos con mayor presupuesto de su grupo (a excepción de los filiales); su último paso por 2ª División A fue tan efímero que sólo duró un curso liguero; saborearon las mieles del éxito en Primera División y conservan su calificativo de esa época, de los granates de la década de los sesenta queda el dicho “¡Hai que roelo!” (roerlo en castellano) al compararlos con un hueso duro de roer (su mascota es un hueso que se llama Roelio), por lo correoso y difícil de superar que resultaban en su Estadio de Pasarón debido a su gran lucha, y al Rayo le calificaron de “Matagigantes” por hacer de vallecas un fortín infranqueable para los equipos poderosos de finales de los setenta, los franjirrojos se crecían en su Estadio ante rivales que ganaban Ligas y Copas como R.Madrid, Barcelona o Valencia, pero que eran vencidos como le sucedió a Goliat con David, cuando visitaban el antes conocido como Nuevo Estadio de Vallecas.
Además de todo esto, Pontevedra y Rayo tienen a dos primos jugando en cada uno de sus equipos: Charles e Igor por un lado, y Antonio Amaya y Yuma por otro.
Pero aún hay más, Igor y Antonio Amaya tienen dos hermanos jugando en la División de Plata. El hermano de Igor se llama Yuri y sus 24 tantos de la pasada temporada le sirvieron para fichar por Las Palmas, donde apenas cuenta con minutos; el hermano de Antonio Amaya se llama Iván y huyó del Ciudad de Murcia cuando cambió de propietario durante el verano de 2007 para fichar por el Elche, donde goza de protagonismo en la zaga ilicitana.
La familia Barboza compuesta por los hermanos Yuri e Igor y el primo Charles ha sido el buque insignia de los gallegos durante las dos últimas campañas, sumando un total de 38 goles la pasada temporada y nada menos que 50 hace dos. Los tres nacieron en Brasil, están afincados en Portugal desde pequeños y contradicen el dicho que dice “el buey no es de donde nace, sino de donde pace”, porque se consideran más cariocas que lusos. Charles juega de extremo derecho y los hermanos son delanteros, Igor suma 11 goles.
Igor busca la lateral de "La Albufera" para recuperarse de un golpe durante el partido de hoy.
NITRÓGENO LÍQUIDO
Tarde gris y desangelada, el frío, el viento y la lluvia quisieron ser protagonistas de un encuentro en el que los franjirrojos se jugaban mucho más que los granates, que con siete puntos más que los madrileños y encabezando la clasificación tenían poco que perder.
Pepe Mel no se mojó -a pesar de dejar a Baquero en el banquillo y sacar en su lugar a Salva (que desde la jornada octava no jugaba de titular en Liga)- porque la sanción sufrida en Vigo la pasada jornada le obligó a ver el partido desde la tribuna del Teresa Rivero. Otro jugador que tampoco sufrió los imponderables atmosféricos fue Amaya, también expulsado el domingo pasado, Alba volvió a ganarse un puesto entre los once elegidos, y volverá a repetir el próximo partido si la lesión que hoy le ha obligado a abandonar el campo antes de tiempo se lo permite.
Once titular del Rayo ante el Pontevedra con Salva como novedad.
El encuentro comenzó feo. Más que un partido de fútbol parecía de tenis. Rubén Falcón hacía de Nadal, sacando desde su portería balones en largo que eran cabeceados por Pachón o por los defensas gallegos. El balón no circulaba con fluidez, y si esto ocurría era porque el Pontevera era el que lo intentaba.
BAÑO MARÍA
Transcurrido el primer cuarto de hora el Rayo empezaba a calentarse, la banda izquierda poco a poco empezaba a caldear el ambiente. Collantes, Michel y Llorens templaban los ánimos de una afición que gracias a la medidas adoptadas por el Club, llenó en buen número el Estadio. Rubén Reyes se enfrentaba a sus ex-compañeros de las últimas tres campañas -con ellos vivió dos promociones que perdieron en primera ronda ante Sevilla Atlético y Córdoba el pasado curso, y un descenso a 2ªB- hoy el asturiano ha vuelto a tener protagonismo, pero su ex-equipo le ha permitido menos concesiones y han preferido cometer faltas antes que dejarle desplegar su fútbol.
En una de esas faltas Michel estuvo a punto de abrir el marcador. Bonis desvio a corner.
La grada se encendía con Pachón, demasiado indolente en algunas jugadas. Rubén Reyes le pasó un balón cinco metros más atrás del área grande, el ex del Getafe paró el esférico y no encaró a su rival, mientras esto sucedía la afición ardía en su contra, pero alguien se deslizó por su izquierda como una exhalación, llevaba el número 7 y era de su equipo, Pachón asistió por el interior a su compañero Collantes, que completamente solo ante el portero, tenía todo a su favor para conseguir el primero de la tarde. El zurdazo del gaditano impactó con la publicidad de Eurocolchón en lugar de hacerlo con la red.
El fuego del equipo madrileño se avivaba por momentos ante un rival que también inquietaba con su llamarada morada. Durante el primer tiempo el peligro gallego llegó por su banda izquierda. Xavi Moré (el autor del único gol en el partido de ida) superaba una y otra vez en velocidad a Carlos de la Vega. Eran chispazos de calidad de un equipo no exento de ella.
Los minutos transcurrían y la combustión cada vez se hacía mayor, de ahí que durante el tiempo de descuento un remate de cabeza de Salva llevara el ¡huy! a las gradas.
Antes del descanso Piti salió a calentar quizá para dar un toque de atención a Pachón.
VAPOR DIRECTO
El segundo tiempo comenzó como acabó el primero, esto es, con dominio local. Un remate de cabeza de Pachón tras fenomenal asistencia de Albiol se perdió por poco fuera de la portería rival.
De las botas de un incisivo Albiol, nacieron la mayoria de jugadas de peligro en la segunda parte. Esta fue una de ellas. Pachon
y Collantes al fondo buscaban el remate.
Michel se desfondó en el día de hoy, fueron no pocos los balones que pasaron por sus botas, el capitán tira del carro, la confianza que antes perdió ahora le acompaña para lanzar faltas y atreverse a hacer jugadas que están al alcance de alguien como él.
El gol llegó en una jugada a balón parado tras una falta, muy cercana al corner , lanzada por Albiol y rematada de cabeza por Enguix, y por toda la grada a la portería gallega. Fue uno de los goles más celebrados de la temporada por la sufrida afición rayista, que por fin ve a su equipo situado entre los cuatro primeros, aunque sea igualado a puntos con el quinto clasificado, el Pájara Playas de Jandía.
Cuando el Rayo inauguró el marcador en la tarde de hoy, Piti ya había saltado al terreno de juego. El tarraconense lo intentó todo y contra todos, como siempre le pudo la ansiedad. Su fenomenal verticalidad le llevó a abusar de ese último regate, que suele echar por tierra esas grandes jugadas a las que tiene acostumbrada a la parroquia vallecana.
Los últimos minutos fueron de sudor para los jugadores madrileños, que veían a Javi Rodríguez, a Igor y a Xavi Moré capaces de incendiar a base de goles el portal defendido por Falcón, que hoy volvió a llevar la camiseta que llevan los jugadores en lugar de la que habitualmente llevan los porteros, pero en lugar de la roja lució la negra ante la coincidencia de colores con el equipo rival.
Falcon, tambien hoy de franjirrojo saca de puerta.
Un sentimiento de alivio y de tranquilidad llegó cuando el colegiado decretó el final del partido. Tres puntos de oro ante un Pontevedra que casi con toda seguridad disputará los playoffs. La falta de gol de los delanteros se vió suplida por él éxito de las jugadas de estrategia.
La próxima semana el Rayo visitará por primera vez en su historia el Estadio Municipal Guiniguada de la U.D. Villa Santa Brígida en la cálida isla de Las Palmas de Gran Canaria.
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